Contratos

Equidad es el concepto clave en los contratos. Un buen contrato es aquel que asigna el riesgo a la parte que mejor puede controlarlo.

El cliente sabe lo que quiere, el contratista sabe cómo hacerlo. Los contratos de construcción en grandes proyectos de infraestructura reúnen y representan el conocimiento y la voluntad de las partes. Muchos imponderables deben ser tomados en cuenta: usualmente no se conocen a perfección las condiciones de base, las expectativas y sensibilidades de los grupos de interés son altas y, durante largos períodos de construcción, las condiciones límites de los proyectos cambian continuamente. ¿Fueron los objetivos del proyecto descritos de manera clara e inequívoca? ¿Los riesgos del proyecto han sido asignados al grupo que mejor puede controlarlos? ¿Han sido acordados y puestos por escrito los diferentes procesos? ¿Los cargos y las responsabilidades han sido claramente asignadas? Cuando se preparan los contratos de construcción es fundamental dar respuesta a preguntas como estas.

 

Aún cuando un contrato está muy bien escrito, posibles malentendidos crean continuamente dificultades en los proyectos. Reclamos financieros (financial claims), una cualidad aparentemente insuficiente o el incumplimiento de plazos acordados son frecuentes causales  de disputas entre las partes de un contrato. Como consultores en la preparación de contratos, es nuestra labor prevenir tales problemas. Si a pesar de ello llegasen a suceder, nos encargamos de encontrar soluciones justas para las partes.